La empresa británica Symphony Plastic Technologies plc  desarrolló una solución para el enorme problema ambiental causado por millones de toneladas de residuos plásticos que están inundando nuestro planeta creando un aditivo (d2w®) que convierte al Polietileno y al Polipropileno en biodegradable al final de su vida útil, sin dejar residuos nocivos.

El plástico oxi-biodegradable d2w® no solo se fragmenta, sino que es consumido por bacterias y hongos al encontrarse en un ambiente biológicamente activo (enterrado en Suelo).  Este proceso continúa hasta que se ha biodegradado a nada más que CO2, agua, y humus al final del proceso.

 El material posee la misma capacidad de resistencia, flexibilidad, impermeabilidad y posibilidad de impresión que el material no degradable y está aprobado para estar en contacto con alimentos.

La vida útil puede ser “programada” desde de unos pocos meses hasta algunos años.

Cada vez más empresas en todo el mundo comienzan a utilizar bolsas biodegradables ya que existen en vigencia proyectos de ley que promueven el reemplazo de bolsas plásticas no biodegradables por biodegradables. La idea es minimizar la generación de residuos y la cantidad de material que se entierra y no se deshace en cientos de años.

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